De vuelta

. 8 de diciembre de 2008
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Se acabó el puente. Todos los planes que había pensado hacer han sido llevados a cabo con éxito. Nada se ha quedado en el tintero. La guinda al pastel la ha puesto el lunes, aunque con un sabor un poco extraño.

Por un lado está mi querido Club Deportivo Logroñés. Me ha dado pena. El enfermo está peor que nunca. El aspecto de Las Gaunas era triste, poco llamativo, carente de sentimientos, desolador... No sentía lo mismo que otras veces. Me apetecía estar allí pero me daban ganas de marcharme.. no quería seguir aguantando ese espectáculo. "Este no es mi logroñés" - me repetía constantemente. Siento que ha llegado a su fin, que la llama de la esperanza es cada día más tenue y pronto se apagará.

Por otro lado está la calle Laurel. Hacía más de tres meses que no la pisaba y ha tenido que ser un viejo amigo el que me haya invitado. Volver a recordar esos "champis", "Tío Agus", "Rotos", orejas, patatas bravas... es algo que no tiene precio, aunque hay algo que destaca por encima de todo, esos vinos de nuestra tierra. Soberbios, como todo lo que encierra ese mágico lugar en pleno centro de Logroño.

Prometo volver antes de que acabe el año, tanto a Las Gaunas como a la calle Laurel. Lo primero es una lástima que no dependa exclusivamente de mí. Ojalá que todo se arregle.

2 comentarios:

Martín Schmitt dijo...

Con respecto al Logroñés, no sé qué decirte. Soy de los que pienso que el enfermo (moribundo) ya tiene el mismo diagnóstico que hace 10 años y que merece una muerte digna y no el calvario que lleva sobre sus hombres demasiado tiempo. Y la Laurel es la responsable de mis 15 kilos de más. Que vuelvas pronto. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola Manuel
No te conozco de nada,pero como creo que has querido y quieres al Logroñés, te pido que no pienses así.
Me duele que digas que te da pena. Es cierto que la situación nos gustaría que fuera mejor, pero el Logroñés hasta el último día será el Logroñes.
Espero no pensar nunca en la vida que alguien a quien quiero como mis padres, hijos y amigos me dan pena.
Un fuerte abrazo