Una mañana lluviosa

. 26 de enero de 2009
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Época de exámenes. No hay tiempo para nada. Vaguear, estudiar, dormir y comer. ¿Acaso no es lo que hago durante el resto del año? (me pregunto de manera un tanto irónica). Tan solo cambian un poco los porcentajes entre vaguear y estudiar. ¿Para qué lado? Ni idea. Ahí tengo mis grandes dilemas como siempre.

Aún en esta época, me he permitido el lujo de ir a conocer el rastro de Madrid. Lástima que saliera una mañana tan lluviosa. En realidad me gusta que llueva. Sentarme al lado de la ventana para ver el agua rebotar en los charcos. Escuchar Carrusel Deportivo durante toda la tarde aunque ya no aparezca mi Logroñés. Pensar y soñar acerca del futuro, cercano y menos cercano. Me gusta que llueva.

Hoy de regalo una foto hecha en la mañana por el centro, la he retocado un poco que me sobraban cinco minutos antes de irme a clase.

A los que estén de exámenes, paciencia, constancia y suerte. A los que ya tengan la fortuna de haberlos pasado (incluso hace muchos años), para ellos, simplemente un saludo, hay que mirar por los "compis" estudiantiles.

Me vale Sergio ;-)

. 18 de enero de 2009
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Antes que editar la anterior entrada, prefiero mandarle un guiño a uno de los pocos lectores de este blog. Esto era lo que quería.

El hombre del mazo golpea de nuevo

. 17 de enero de 2009
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Hay que hacer deporte. Seguro que estamos todos de acuerdo en eso. Por desgracia, algunos desde hacía ya mucho tiempo lo habíamos dejado de lado. Después de ordenar un poco mi tiempo y de hacer alguna negociación, he decidido coger de nuevo una bicicleta. En realidad no es por deporte, es un simple medio de transporte por esta gran ciudad en la que me toca vivir ahora. Las distancias no son muy grandes, apenas hay 5 o 6 km entre los dos puntos a los que me quiero dirigir o por los que me voy a mover, pero el primer día ha sido muy duro.

Sufro en las rampas. Intento no levantarme de la bicicleta, seguir mi ritmo y llegar arriba con el mayor aire posible. Siempre me han llamado "Paquito Mancebo" cuando tocaba coger las bicicletas o ver el ciclismo. "Vas más cruzado que Paquito Mancebo" o "Te acaba de caer una minutada que ni a Paquito Mancebo" - me dicen siempre mis amigos, algunas de esas frases me las dicen cuando salimos de fiesta y no las consigo entender. Algún día de estos les pregunto qué quieren decir con ello. Así que fiel a su estilo (al de Paco), me agarro al manillar, me retuerzo lo máximo posible en cada pedalada y voy haciendo mi camino.

Pero... "El hombre del mazo" nunca perdona. Cuando te coge no hay escapatoria posible. Te ataca con su fuerza y te noquea, en ese momento estás perdido. ¿Qué hacer? Comer un buen bocata, una coca-cola y reponer fuerzas en el primer banco que encuentres por el recorrido. Creo que es una buena solución ¿no? Al fin y al cabo, solo intento ir de un sitio a otro y ponerme un poquito en forma. Ya tocaba.


Seguro que alguno dirá: "Hablas de Mancebo y nos pones a Indurain". No he encontrado una foto del abulense en su más puro estilo, así que dejo una del de Villaba.

40 céntimos

. 10 de enero de 2009
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40 céntimos. Cualquiera que lea este título pensará, ¿de qué cojones (y perdón por la expresión tan mal sonante) escribe este chalao? Muy fácil. Es la subida que se ha impuesto al bono de 10 viajes para el transporte urbano en Madrid. Ha pasado de costar 7€ a 7'40€ como supongo ya habréis sumado. Espero que no os haya costado mucho.

¿Y esto por qué? Pues porque me apetecía contar mi vuelta a la capital. Maleta preparada, coche en marcha con el vecino al volante y viaje de 4 horas. Buena conversación durante el trayecto y recuerdos de las primeras navidades en las que me tocaba volver a casa. Sí, como en el anuncio.

Lo primero que te encuentras a tu llegada es una noticia desalentadora. No hay internet hasta el sábado por lo menos. El mundo se te viene encima. Como tampoco hay que ser tan catastrofista, me dio por la lectura. Los Pilares de la Tierra acabado. Magnífico libro. Al día siguiente ya había clase así que prácticamente sin colocar la ropa y ver que todo estaba en su sitio, otra vez vuelta a la rutina. Autobús hacia Ciudad Universitaria y primera clase del 2009. Los exámenes a la vista y una ciudad para compartir con 7 millones de personas. Me quedo con Logroño, esto no me termina de convencer.

A cambio de que no hubiera internet, creo que la naturaleza me correspondió con una mañana en la que podía llenar mi tiempo. Una de las mayores nevadas que han caído sobre Madrid hizo acto de presencia el viernes y me fui a dar un paseíto. Provisto de un par de auriculares y de mi móvil para sacar alguna foto me marché al centro. Allí, un caos. Los autobuses no circulaban desde los pueblos, los urbanos a duras penas, carreteras cortadas, aeropuertos paralizados... Carnaza para los políticos. Creo que estos días ya andan tirándose los trastos a la cabeza. País. Aquí os dejo un par de fotos aunque seguro que las hay mejores.


La noche de la ilusión

. 6 de enero de 2009
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Atrás quedan ya esos días en los que todos los primos íbamos a ver los Reyes Magos. Siempre era a primera hora de la mañana, mi madre me despertaba, me vestía rápidamente y nos dirigíamos a casa de mi tía. A veces esperaban unos y a veces esperaban otros. Ella se ocupaba de nosotros durante todo el día. Más contentos que unas castañuelas ocupábamos las primeras filas de la Tribuna Central del viejo Las Gaunas. Era de las pocas veces en todo el año que pululaba por esa zona del campo, me gustaba más la general. Tenía otro aire de fútbol. Centrándonos en el día de Reyes. Aparecían siempre en helicóptero y saludando a toda la gente. Conseguíamos darle la mano a nuestros reyes preferidos y ese era el momento más mágico de todo el año. Qué tiempos. Tras esto había que reponer fuerzas. Un pequeño almuerzo, un poco de diversión en el parque y a comer. Por la tarde en unos ya desaparecidos cines de Logroño había una película a la que asistían sus majestades y también estábamos allí presentes. El colofón al día se lo ponía la cabalgata, por aquel entonces dejaban a los niños acercarse a Melchor, Gaspar y Baltasar. Mi abuela (siempre tan atenta) se afanaba en conseguirme las mejores posiciones y en llevarle delante de los reyes. Ella también se ocupaba de nutrirme de ilusión. Ya solo quedaba cenar, meterse rápido en la cama y pasar la noche en vela de la emoción y los nervios.

Con el paso de los años, un día apareció la verdad, no lo podía creer. Aún así, hay algo que nunca se pierde, dicen que es la esperanza. En este caso, la ilusión.

Feliz año nuevo

. 1 de enero de 2009
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Feliz año nuevo a todos esos internautas que de vez en cuando se dan una vuelta por aquí. A los que no lo hacen, pues también se lo deseo aunque no creo que se enteren (lógico).

Y como si del día de la lotería se tratara, en esta primera jornada del año vamos a tirar de tópicos. Que los mejores momentos del 2008 sean los peores de este 2009 que comienza.

Un abrazo especial a toda esa gente que hoy está recuperándose de los excesos nocturnos.