Cuando los cafés dejan de hacer su efecto

. 27 de noviembre de 2008
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Nos pasamos todo el día de aquí para allá. De un lado a otro, pensando qué es lo siguiente que nos toca hacer para librarnos de ello y poder descansar. A veces, entre tarea y tarea, tenemos tiempo suficiente para tomar un café. Tomar, que no disfrutar. Pocos son los afortunados que pueden sentarse tranquilamente a beberse una taza con un capuccino en su interior mientras el sol acaricia sus caras en una enorme terraza. Lo sé, me pongo demasiado sensible. Es que a estas altas horas de la madrugada, los rápidos soplos de aire que cogemos en cafeterías que no recordaremos ni su nombre, han dejado de hacer sus efectos.

Ocurre, solo a veces, que me da por poner música relajante. Esta vez se ha colado en el reproductor Charles Aznavour - La bohème. De repente esa manera de hablar, ese acento, ese idioma me han hecho volar y disfrutar.

La Torre Eiffel está a mis pies, sus luces me deslumbran pero su grandiosidad es admirable. El barrio de Montmartre se encuentra como siempre, enamorando a todo aquel que se atreve a pisarlo. Lo siento. ¿Se me nota en exceso mi amor por París? Todavía no he dicho nada. Me gustan sus calles, sus edificios, sus gentes, su manera de hablar, su personalidad, su pasión, su seriedad, sus ríos, sus paisajes... hasta sus croissantes ¡coño! ¿Qué tendrá esta ciudad? No lo sé. Muchas veces me lo he preguntado pero nunca he sabido explicármelo. Una vez me bastó para enamorarme para siempre. Fue un flechazo a primera vista y es que París tiene vida propia. No es una ciudad, es un eterno sueño de majestuosidad, elegancia y perfección.

Je t'aime a la folie.

1 comentarios:

Carolina dijo...

Me he encontrado con esta entrada de tu blog buscando en este mundo de internet si había alguien como yo que ame a París casi con locura.

Debo decirte, gracias. Has despertado la parte de mi alma (más por encima de mi cerebro) que recuerda con nostalgia y que conserva e incrementa día a día la ansiedad de VOLVER.

Necesito volver a París.

Un saludo. Carolina