Kas Naranja

. 6 de septiembre de 2009
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No, no es mi bebida preferida. Siempre he sido más de Coca-Cola. Aún así, mi abuela siempre lo compra cuando voy a comer a su casa. Si la aviso con algo de antelación (del viernes para el domingo) y ella tiene la oportunidad, baja a hacer la compra y mete esa botella de Kas en su cesta. La comida no es nada del otro mundo, con 91 años que tiene la mujer bastante tiene con valerse aún por sí misma. Sin embargo, su edad no es obstáculo para que pueda servirme como a un marqués algún que otro domingo que estoy solo en casa. A ella le gusta mi compañía y yo disfruto comentando con ella los avatares del sábado futbolístico. No le gusta mucho el deporte rey, pero con el paso de los años algo le he hecho entender.

Menú: el de siempre, no le vamos a hacer cambiar. En el primer plato paella. Es una paella un poco peculiar. No lleva azafrán y por tanto no es amarilla, sino que se queda blanca. Lleva más condimento (alitas, costillas, gambas, pimientos) que arroz y siempre hay que comérselo todo, sino se enfada. De segundo plato pechugas. Entre tres y cuatro filetes con dos trocitos de cebolla. Nada que reprochar. Siempre me hace la misma pregunta: ¿muy hechos o poco? Cuando los saca siempre pienso lo mismo: que calcula a ojo y los saca como a ella le da la gana. Postre a elegir entre todo tipo de frutas. Al final siempre elijo una manzana para que no piense "que me estoy quedando en los huesos" y como a su decimotercer (somos quince) nieto no le puede faltar de nada, la pela y la trocea para que no tenga que hacer esfuerzos. Lo ha hecho toda la vida, no lo va a dejar de hacer ahora porque ya llegue a mi segunda década de edad.

Al terminar la comida no deja que le ayude a recoger la mesa, ni a fregar, etc. Soy su invitado y tengo que estar sentado. Para colmo saca 5€ de su cartera y me los da: "Toma, para que te tomes un café esta tarde". ¡Qué grande ese gesto de mi abuela! Nunca falla. Tras esto empezamos a hablar un poco de la situación económica que todos vivimos, estudios, resto de la familia... cualquier cosa.

Finalmente me voy dándole besos en la frente y en la mejilla. Muchos besos. Siempre ha sido muy cariñosa. Así que por todo esto y por ese Kas Naranja que siempre aparece en la mesa cuando voy a comer a su casa, hoy va por ti. Juana Gutiérrez Domínguez.


2 comentarios:

José Mari Cabrero Elboj dijo...

Buen post Manuel... no tiene que estar mala esa paellita :P

Martín Schmitt dijo...

Una fenómena tu abuela, Manuel. Y la verdad es que el menú es cojonudo. Yo tengo a mis dos abuelas vivas, y las dos cumplen 91 este año. No son tan cocinitas como la tuya, perosi les aviso con tiempo (me ven cada dos años, más o menos), también me compran coca cola, jejeje. Y esos cinco euros, qué bien vienen. Una de mis abuelas me daba para mi cumpleaños los años que hacía en dólares... hasta que cumplí 15. A partir de entonces siempre cumplí 15, jeje. Un abrazo y saludos a esa gran mujer