Perdido. Me encuentro perdido. Una de las grandes preguntas que se hace siempre la filosofía es el "de dónde venimos y a dónde vamos" y en este caso me la hago yo. Creo que sé donde vengo, pero no sé donde voy. No veo el camino a tomar y lo ya recorrido se me antoja demasiado difuso. La vista hacia el horizonte me hace pensar que voy sin un rumbo fijo. Tengo que pararme a reflexionar. Solo, junto a una taza de café caliente y con unas vistas que ayuden a la relajación. Es hora de quitarme el reloj, que durante una tarde entera no importen las horas, las prisas, nada. Sí. Me voy a tomar un respiro y eso que estoy de vacaciones.
2 comentarios:
Hola, buenas noches:
Tranquilo, eso nos pasa a todos. Paciencia y desde la reflexión...P'alante.
Si estás de vacaciones, quítate el reloj, desconecta el móvil y descansa... Un saludo
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